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En el corazón de Hungría, en la región vinícola de Tokaj, se producen algunos de los vinos más excepcionales y apreciados del mundo. Hablamos de los vinos Tokaji, conocidos como ‘los vinos de reyes y los reyes de los vinos’. Los Tokaji han logrado cautivar a los conocedores y grandes amantes del vino durante siglos. En esta entrada del Magazine descubriremos qué los hace tan especiales, cómo se elaboran y qué características les distinguen como verdaderos tesoros dorados. 

El origen de los Tokaji

Los vinos Tokaji provienen de Tokaj-Hegyalja, una región ubicada al noreste de Hungría, próxima a la frontera con Eslovaquia. Se trata de una región con un microclima particularmente favorable para el cultivo de Furmint, Hárslevelü y Muscat, variedades utilizadas para la elaboración de los vinos Tokaji. La combinación de suelos volcánicos, el influjo de los ríos Tisza y Bodrog y unas condiciones climáticas únicas son los factores que contribuyen al desarrollo óptimo de la podredumbre noble, un elemento esencial en la elaboración de los Tokaji.

Tokaji, su historia

La historia de los vinos Tokaji se remonta al siglo XVII, cuando ya eran conocidos y apreciados en las cortes europeas. Su reputación fue creciendo como la espuma hasta que, en el año 1700, recibieron su primer reconocimiento legal de calidad en el mundo. Su gran impulso y aceptación hizo que se creara la primera Denominación de Origen en Tokaj. El vino Tokaji se convirtió en un símbolo de lujo y exquisitez, y su fama se extendió por toda Europa. 

En 1737, el famoso zar ruso Pedro El Grande estableció la clasificación de los vinos Tokaji. Aunque eso no fue todo lo ocurrido en la época. En 1772, se creó el primer sistema de zonificación de viñedos, estableciendo los cimientos para el desarrollo de los vinos de la región. 

La pobredumbre noble, clave de los Tokaji

Uno de los aspectos más singulares en la elaboración de los vinos Tokaji es la podredumbre noble o botrytis cinerea. Se trata de un hongo beneficioso cuya labor es la de atacar a las uvas en el momento adecuado, perforando su piel y permitiendo la evaporación del agua contenida en cada fruto. Este proceso de deshidratación concentra los azúcares y los sabores de las uvas, dando como resultado un mosto excepcionalmente dulce y rico en sabor.

Para que la podredumbre noble se desarrolle de manera óptima, se requieren condiciones climáticas específicas. Las neblinas matutinas y los días soleados de otoño son esenciales. En Tokaj-Hegyalja, estas condiciones son comunes en el otoño, lo que convierte a esta región en el lugar ideal para la producción de vinos Tokaji.

Elaboración de los Tokaji

La elaboración de los vinos Tokaji conlleva seguir un proceso meticuloso que combina tradición y precisión a partes iguales. 

1. Vendimia selectiva: la vendimia en Tokaj-Hegyalja es una tarea minuciosa y selectiva. Los viticultores cosechan las uvas en varias etapas, a medida que la podredumbre noble afecta a diferentes racimos. Esto significa que cada uva está en el punto óptimo de madurez y concentración de sabores.
2. Prensado de las uvas: las uvas cosechadas se prensan para obtener el mosto, que es extremadamente dulce y concentrado debido a la acción de la podredumbre noble. Este mosto se llama «aszú».
3. Clasificación: el mosto, aszú, se clasifica en función de su concentración de azúcar. Tradicionalmente, se utiliza una escala de medición basada en puttonyos que va desde 3 hasta 6 o más. Cuanto mayor sea el número de puttonyos, mayor es la cantidad de azúcar y sabor concentrado y dulce del vino resultante. 
4. Maceración y fermentación: el aszú se mezcla con vino base, y la combinación se deja macerar para que los sabores se mezclen y equilibren. Luego, se lleva a cabo la fermentación, proceso que se alarga hasta que el vino alcanza el nivel deseado de dulzura y equilibrio. 
5. Envejecimiento: los vinos Tokaji envejecen en barricas de madera, tradicionalmente de roble húngaro, durante varios años. Gracias a este proceso, los vinos consiguen su complejidad y carácter tan distintivos. 
6. Embotellado y maduración: tras el envejecimiento en barrica, el vino se embotella y se le deja madurar en botella durante un periodo adicional. Gracias a su alto contenido de azúcar y su equilibrada acidez, los vinos Tokaji tienen la capacidad de mejorar con el tiempo, desarrollando una complejidad y profundidad únicas. Algunos pueden madurar durante décadas, lo que los convierte en vinos de colección y una inversión muy valiosa para los amantes del vino.

Los diferentes estilos de Tokaji

Los vinos Tokaji se producen en una amplia variedad de estilos, desde los secos hasta los más dulces. Entre los más populares se encuentran, a modo de ejemplo, los Tokaji Aszú y los Tokaji Furmint. 

Tokaji Aszú es quizá el estilo más icónico y representativo de los vinos de la región del Tokaj, debido a su clasificación de puttonyos. Otro de los estilos más representativos y aclamados es el Tokaji Furmint, un estilo que da como resultado un vino seco muy particular, caracterizado por sus notas frutales y minerales.

Sin embargo, el mundo de los vinos Tokaji va mucho más allá de estos estilos más reconocidos. También hay otras elaboraciones diferentes que merece la pena descubrir. Es el caso de algunas rarezas como los Tokaji tintos o los Tokaji espumosos. 

El renacimiento de los Tokaji

En las últimas décadas, la región de Tokaj ha experimentado un importante renacimiento. Los vinos Tokaji han vuelto a ganar reconocimiento y popularidad en el mundo del vino. Nuevas generaciones de viticultores y enólogos han revitalizado las técnicas tradicionales y han adoptado prácticas más sostenibles y modernas para la producción de vino.

Los vinos Tokaji son tesoros dorados que capturan, en cada gota, la magia y la historia de la región de Tokaj. Gracias a su proceso de elaboración único, su equilibrio entre dulzura y acidez, y su capacidad de envejecimiento, se han convertido en vinos excepcionales y muy codiciados por los amantes del vino de todo el mundo. Los vinos Tokaji son auténticas joyas en el mundo del vino, y su elaboración es un arte que merece ser celebrado y disfrutado. Ahora que ya los conoces con más detalle, cuando pruebes uno de ellos, podrás sumergirte de lleno en la riqueza de su sabor y tradición. ¡Salud!